jueves, 31 de mayo de 2012

1° DE JUNIO DE 2005 FALLECE. "ISABEL ARETZ"

Nace en Argentina, el 14 de abril de 1909. Etnomusicóloga, folkloróloga y compositora. Estudió piano con Rafael González y armonía, contrapunto y composición musical con Athos Palma, egresando del Conservatorio Nacional de Música de Buenos Aires de las clases de piano superior y composición. Perfeccionó estudios de instrumentación musical con Héctor Villa-Lobos, en Brasil, becada por dicho compositor. Estudió antropología con José Imbelloni y etnografía con Enrique Palavecino en el Museo de Ciencias de Buenos Aires. Fue discípula y colaboradora del maestro argentino Carlos Vega. Desde 1940 realizó una serie de viajes de investigación por Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia y Perú, para recopilar y estudiar la etnomúsica y el folklore. En 1947 viajó a Venezuela para organizar la sección de música del Servicio de Investigaciones Folklóricas creado pocos meses antes por Juan Liscano; hizo otros viajes por diferentes regiones de Venezuela en compañía de Luis Felipe Ramón y Rivera, con quien casó en este país, adoptando desde entonces la ciudadanía venezolana. En 1968 obtuvo su doctorado en música (summa cum laude) en la Pontificia Universidad Católica de Argentina. Ha sido becaria de la Comisión Nacional de Cultura de Argentina (1941-43) y becaria Guggenheim (1966-67) para realizar estudios en Centroamérica y Ecuador. Fue directora fundadora del Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore (INIDEF), institución que con el Instituto Nacional de Folklore integran la Fundación de Etnomusicología y Folklore, FUNDEF que presidió desde 1990 hasta marzo de 1995. Su labor docente en el INIDEF (1971-1982) le permitió formar una pléyade de discípulos que trabajan en todo el Continente. Es además, profesora de etnomusicología de la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela y dicta cursos de cultura y tradición oral para el doctorado en Ciencias Sociales de dicha universidad. La investigación en etnomusicología y folklore se compendia en una cuantiosa producción de libros, monografías, artículos, que traslucen un laborioso estudio de los materiales obtenidos en los viajes de investigación cumplidos en América y África. Muchos de ellos han merecido el reconocimiento de sociedades y organismos internacionales. Como compositora da un tratamiento contemporáneo y latinoamericano a sus obras y ha merecido diversos premios nacionales y municipales.
Fallece el 1 de junio de 2005 en San Isidro Buenos Aires.
Su labor profesional se extiende con investigaciones como El Folklore Musical Argentino de 1952; Manual de Folklore Venezolano en 1957; Cantos Navideños en el Folklore Venezolano de 1962; Música Tradicional de la Rioja tesis de grado en 1967; Instrumentos Musicales de Venezuela en 1967; El Tamangue de 1970; Manual de Folklore en 1972; Síntesis de Etnomúsica en América Latina de 1980; La Artesanía Folklórica de Venezuela en 1988; además de otras publicaciones.
Dentro de su trabajo profesional Isabel Aretz fue relatora de América Latina en su Música en el año de 1977, al tiempo que fue directora del INIDEF. Esta obra respondió a las resoluciones que se establecieron en la UNESCO una década anterior, las que tenían entre sus objetivos, el considerar a Latinoamérica como un todo integral, de acuerdo con sus políticas de conciencia e identidad nacional al interior de cada país, con el fin de determinar y reconocer las características de tales culturas.
La UNESCO coeditó con editorial Siglo XXI el trabajo de Isabel Aretz hasta la tercera edición en 1983, y bajo la serie de “América Latina en su Cultura”. Siglo XXI y otras editoriales respaldaban la difusión de la cultura y la integración continental, por lo cual, la historia de la musicóloga se convirtió en el cuarto volumen de un ciclo editorial que abarca la literatura (1972) las artes plásticas y visuales (1974) arquitectura y urbanismo (1975).
La expresión musical de las clases menos favorecidas se convirtió en un elemento alternativo para la unidad cultural de las sociedades latinoamericanas, resulto una tendencia que en su momento algunos especialistas como Isabel Aretz, aprovecharon las opciones institucionales para manifestar posturas artísticas, propuestas educativas, nociones y la revalorización de lo propio.
El rastreo de la “música” desde lo popular y folklórico no reside en la asimilación de técnicas establecidas, sino en identificar sus expresiones más concretas que dan cuenta de la realidad política y social, debido a que se origina de fenómenos sociales, los manifiesta como plegarias y presenta como un drama, o bien una mágica narración que se esconde entre tonos y alegorías de identificación cotidiana.
América Latina en su Música se destinó a los musicólogos e iniciadas en el campo musical. Su lenguaje fue claro, sencillo y desde el interior de nuestras culturas, por y para los latinoamericanos, así como para la cultura europea, es decir una historia general de la música y un imaginario continental que se interpretó desde adentro.
Su obra se caracterizó por ser un conjunto de ensayos no sistemáticos pero integradores de procesos históricos de la música en sus diversas variantes, sin profundizar en las tendencias musicales de América Latina.

Su historia general de la música presentó información de toda índole y especialmente, de las relaciones inter-actuantes que se manifiestan en la interpretación social, psicológica y cultural del arte musical, esto admite una apreciación cualitativa del fenómeno musical del subcontinente. También se evidenciaron las percepciones históricas y antropológicas sobre la relación que se establece entre autores, sus trabajos musicales y sus entornos, y en última instancia los contextos en esta historia resultaron plasmados con una función conductora que reunió los diversos ensayos en distintos períodos bajo un contexto universal, “la importancia de la música”.

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